Cuyas piedras son labios de dolor
Y que mi memoria al fin ha olvidado
Sangro pintando el sol de su color.
Suelo que en mi pecho se ha adoquinado,
Rosas que la belleza adorna sin pudor
Vientos grises que en nubes se han secado
Son por fin mi hálito aterrador.
Vivirá de los recuerdos mi mente
No oirás nada sin gritos de dolor
Viviré del secreto solamente.
No oirá nada tu pobre ruiseñor
Vivirás en su nombre, únicamente
No oiré nada... Solo arder nuestro amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario