lunes, 10 de noviembre de 2014

De mi Maestra| Versos contra San Valentín

-Dirán que no puede sin abono florecer 
la hiedra oscura que a mi ventana viene a tocar,
direis: "Oh, que sufrido destino la tortura
del poeta que el oro desea al querer amar"

Si el sediento al que tanta sed le da su sollozo,
no puede su trágico destino revocar,
dirán: "no es la falta de agua lo que hace su sed,
si no la fuerte sequía en su cuerpo al llorar"

Oirás la noche engatusar al ingenuo día,
y a las nubes prometer al suelo verde oirás;
murmurarán que eres indigno o frío o lejano,
que si no hay un amor de tu corazón morirás.

Pero es el paraíso deseado, tan lejano,
está tan lejos de nuestra ardiente soledad
que las hojas del otoño son nuestras amantes
y nuestra prisión parece nuestra libertad

Escúchame, como escuchas el viento silbar,
si te dejas guiar por la soledad te odiarás,
y a aquella que refugió en ti su corazón,
aquella a la que oras, cada día herirás-

Y entonces desperté de la lágrima ácida,
tan rojos los ojos, mi cama tan desgarrada,
que sentí cerca de mí un monstruo solitario,
un monstruo aterrador en mi imagen reflejada.


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